El concepto de potencia entendido como el deseo de cada ser para perseverar y desplegar su ser en el mundo, nos invita a pensar nuestra existencia desde una perspectiva relacional y dinámica.Cada existente intencional lo que busca es permanecer en el ser en su devenir , cada uno persevera en su propio ser , sostiene la diversidad porque la diferencia es la unica identidad . La potencia es coexistencia en tension , es la fuerza que sostiene cada ser en su intensión por desplegar y expresar su vitalidad plenamente . En este sentido, cada uno de nosotros es un entramado de fuerzas en constante composición y descomposición (mezcla de cuerpos ) donde la potencia se define por el poder de afectar y de ser afectados.
La potencia no es un estado, sino una posibilidad de acción y transformación que se actualiza en nuestras relaciones. Cada encuentro puede ser un estímulo que expanda nuestras capacidades o por el contrario que las limite, hay que evitar los malos encuentros ligados a la repeticion de una imagen de pensamiento o mundo que nos arme un criterio de verdad determinista. Por eso la potencia es también una invitación a la conciencia: a darnos cuenta de cómo los vínculos y conexiones que tejemos influyen en nuestra vida y en la capacidad de obrar. Así podemos vivir pasivamente, como espectadores de las fuerzas que nos atraviesan, o asumir la responsabilidad de orientar estas relaciones hacia la creación de posibilidades de vida que expandan nuestro ir-siendo en este universo mosaico donde hay multiplicidades , unificaciones y separaciones .
La vida como red de relaciones implica en cada momento una elección entre buenos y malos encuentros, los buenos encuentros en la complejidad actual son aquellos que aumentan nuestra potencia de obrar, que nos nutren y expanden, mientras que los malos encuentros nos limitan, nos afectan de manera negativa o nos conducen a estados de pasividad e inercia. Esta ética de la potencia nos invita a buscar activamente las combinaciones que potencian nuestras capacidades y evitan aquello que nos debilita. No se trata de una moral o de una definición universal de "bueno" o "malo", sino de una evaluación personal y constante de qué relaciones aumentan nuestra vitalidad y cuáles la disminuyen.Las variables en la complejidad actual son ilimitadas y por mas que estemos en estado de pasividad en relacion con desplegar nuestro ser , siempre hay una variable que nos define es por esta razon que hay que apropiarse de la potencia de obrar .
Cada encuentro, en este sentido, es una composición de afectos, pensamientos y energías. En el mundo actual, esta composición no se reduce a los vínculos humanos, sino que se extiende a las ondas electromagnéticas, las frecuencias, los campos vibratorios y los flujos de información que nos rodean. Todo esto afecta nuestra existencia y, en cierta medida, determina nuestras posibilidades de acción. Vivimos en un entorno saturado de estímulos que nos afectan, pero no todos ellos forman parte de nosotros; algunosn fluyen y se disuelven sin dejar huella, mientras que otros se integran en nuestra composición. La tarea, entonces, es aprender a discernir y seleccionar, a reconocer lo que compone cuerpo y potencia, ya evitar las malas elecciones y las malas composiciones.
Al incorporar esta conciencia de las relaciones en nuestra identidad, se abre la posibilidad de dejar atrás el concepto de "yo soy" y adoptar una noción más fluida de "yo agencio". Esto implica vernos no como identidades fijas, sino como seres en permanente transformación, en constante agencia de influencias y relaciones. En lugar de afirmar una esencia inmutable, reconocemos que nuestra identidad es un proceso, una red de conjugaciones que abarca lo político, lo social, lo económico, lo biológico y lo cultural. La verdadera identidad no es una esencia, sino una diferencia, una singularidad que surge de la forma en que cada ser persiste en su propio modo de ser, y que sostiene la diversidad del mundo.
El "yo agencio" también implica un reconocimiento de la responsabilidad de nuestras conexiones y configuraciones. La potencia del ser no se realiza de forma aislada, sino en conjunto con otros flujos y fuerzas que, al entrelazarse, nos componen ya la vez componen el entorno. La vitalidad de un ser depende, en última instancia, de la red de relaciones afectivas que lo sustentan, y de su capacidad para buscar aquellas combinaciones que aumenten sus posibilidades de acción y creación. Esta es la potencia de conjunción, el poder de componer un mundo en el que los vínculos y afectos expanden nuestra capacidad de obrar, y donde cada conexión aporta una contribución vital al conjunto.
Por lo tanto, esta imagen de pensamiento nos invita a vivir de manera consciente, asumiendo un rol activo en la selección de nuestras relaciones y en la construcción de nuestro entorno afectivo en la complejidad intensiva. La vida se convierte en un proceso de constante composición , de elegir entre convergencias y divergencias, y de encontrar el equilibrio adecuado entre selección y discriminación . No se trata solo de sobrevivir, sino de vivir plenamente, incrementando la vitalidad, la creatividad y la potencia del ser a través de encuentros significativos.
En última instancia, este enfoque de la potencia como un tejido de relaciones nos recuerda que la verdadera libertad no es la independencia absoluta, sino la capacidad de construir un mundo en el que podemos desplegar nuestras posibilidades de vida junto a otros. La libertad es relacional y se nutre de aquellos vínculos que expanden nuestra existencia, nos inspiran a crear y nos impulsan a ser parte activa del flujo vital que nos rodea. Vivir en potencia es, en este sentido, el mayor acto de creación y afirmación de la vida. Andres R.
1.Desde 1987, Devil Doll ha empezado a funcionar. ¿Podría decirnos el concepto musical y lírico cuando el proyecto se formó. MR. DR. "En ese momento fue sorprendido profundamente por el cine mudo de los años 20 y 30 años de edad, especialmente Carl Dreyer Vampyr, la Tod Browning / Lon colaboraciones Chaney, y las obras de arte visual del expresionismo - Fausto de Murnau y Sunrise, Pabst es el amor de Jeanne Ney y Diary Of A Lost Girl y variedad de Dupont. Me escribió una composición de largo (que más tarde iba a ser titulado La Marca de la Bestia), que tenía una estructura fílmica, en el sentido de que las letras y los temas musicales fueron desarrollados como en un guión , sin revestimiento ya toda la. composición Al mismo tiempo, me decidí a romper los bancos de géneros musicales, incorporando cualquier tipo de música que mejor podría forjarse y expresar los sentimientos más profundos de la historia. La unidad estética fue dada por una v...
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