Para volver a cuestionar las asignaciones identitarias, es preciso dejar de creer en la idea de que no hay más que un único mundo posible.Para los movimientos postsocialistas, la demostración de la igualdad no es más que la condición de la apertura a un devenir, a procesos de subjetivación heterogéneos. En los movimientos de mujeres,después de la primera fase de afirmación de la igualdad, de acuerdo con la doble lógica invocada por Rancière, se abrió un debate acerca de los límites de los conceptos de género y de diferencia sexual, que habían sido definidos a través de la demostración de la igualdad. A partir de esas primeras adquisiciones igualitarias se desarrollaron prácticas de multiplicación de las “identidades” que son otros tantos procesos de subjetivación heterogéneos, procesos de subjetivación en devenir; identidades mutantes que despliegan un devenir múltiple, un devenir monstruo, una actualización de los “mil sexos” moleculares, del infinito de monstruosidad de los que el ...
LA VIDA COMO OBRA DE ARTE.