"...El psicoanálisis estaba encerrando la sexualidad en una extraña caja con adornos burgueses, en una especia de triángulo artificial bastante desgradable, que ahogaba toda la sexualidad como producción de deseo, para rehacerla de nuevo bajo el "sucio secretito", un teatro íntimo en lugar de la fábrica fantástica, Naturaleza y Producción. M. Foucault, ha podido señalar hasta qué punto la relación de la locura con la familia estaba basada en un desarrollo que afectaba al conjuntode la sociedad burguesa del siglo XIX y que confiaba a la familia funciones a través de las que se evaluaban la responsabilidad de sus miembros y su culpabilidad eventual. Ahora bien, en la medida que el psicanálisis envuelve la locura en un "comlejo parental" y encuentra la confesión de culpabilidad en las figuras de autocastigo que resultan de Edipo, el psicoanálisis no innova, sino que concluye lo que había empezado la psiquiatría del siglo XIX: hacer aparecer un discurso...
LA VIDA COMO OBRA DE ARTE.