MANIFIESTO
[Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire.]
No nos interesa una perspectiva de género como espacio de reivindicación de derechos; no nos interesa una perspectiva de género que construya un nuevo engranaje de este sistema; no nos interesa una perspectiva de género que se centre en la lucha por la igualdad de la mujer, porque no nos interesan las categorías prefabricadas de donde parten, ni nos creemos la ficción de igualdad; no nos interesa una perspectiva de género con políticas exclusivamente identitarias, porque no puede pensarse el género separado de la lucha de clases; no nos interesa una perspectiva de género que luche porque la travesti orine de sentada, porque no nos interesa reforzar la dicotomía hombre-mujer, ni muchos menos tricotomías, porque no se trata de opuestos, excluyentes, de tolerancia centrista; no nos interesa una perspectiva que pugne por la visibilidad, hasta no erradicar la violencia de las miradas.
[No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo.]
Nos repulsa el capitalismo y sus cerebros/cuerpos alienados; nos repulsa el patriarcado, con sus cuerpos disciplinados y mutilados, con sus machos parcos y sus mujeres sumisas, sus tortas sin bandejas, con sus putos peluqueros y sus travas prostitutas. Nos repulsa la heterosexualidad obligatoria, como naturalmente única; nos repulsa la iglesia y sus rosarios sobre nuestros ovarios; nos repulsa el rosa o celeste, el auto o la muñeca, la fuerza o el llanto, el macho o la puta. Nos repulsan los próceres con sus pijas como estandarte, y su poder para masacrar indios; nos repulsa la homo-lesbo-transfobia, la misoginia, el fascismo, el machismo y las instituciones que las proclaman. Nos repulsan los estereotipos, los guettos y lo gayfriendly. Nos repulsa la celebración de la menstruación como apertura al mundo reproductivista. Nos repulsa el falo y su concentración de poder, así como nos repulsa pensar en que la mujer se construye sobre la envidia del pene.... Y así como nos repulsan, nos expulsan.
[Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj;]
No llores maricón; nos rompieron el orto; hombre es el que probo y volvió; la mujer de su casa, a su casa; mi mujer no trabaja, es ama de casa; nombre: edad: sexo:; arroz con leche me quiero casar con una señorita de San Nicolás; ¿tenés novio? ¿tenés novia?; el que es macho se la banca; sentate como una señorita; coge como una señorita, coge como un semental; esta todo bien con los putos; dame tiempo para aceptar; puto, maricón, conchuda, trolo, torta, machona, tortillera, gay, marimacho, histérica, loca, mamita, frígida, puta, trava, travesaño, comilón...las palabras nombran el mundo, le dan existencia, lo organizan, lo jerarquizan, lo violentan y lo revientan.
[Te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.][1]
Nuestra perspectiva es profundizar la cuestión de género como objeto de análisis, pero en un doble juego, destruir al género en tanto supracategoría, que alberga categorías estáticas, nichos que disponen roles, jerarquías y relaciones desiguales de poder.
La repulsión es un acto reflejo del cuerpo, un mecanismo de defensa ante la violencia que produce la ignorancia y el miedo a la diferencia. La desobediencia nos acerca a la libertad y la acción a la realidad. Luchamos por quitarle la fuerza a Sansón; castrando [literalmente] al patriarcado. Luchamos para derrocar a Norma y a su padre Hetero. Luchamos por el libre ejercicio [ y político] de la sexualidad; por sexualizar la política.
Buscamos ser de-generadxs. Ser obscenxs, evidenciando aquello que no se quiere ver. Subvertir los cimientos de una estructura que se cae a pedazos. Buscamos una militancia académica, pero también [y sobre todo] de barricada.
LA LUCHA EN LAS CALLES, EN LAS AULAS, EN LAS CASAS Y EN LAS CAMAS
No nos interesa una perspectiva de género como espacio de reivindicación de derechos; no nos interesa una perspectiva de género que construya un nuevo engranaje de este sistema; no nos interesa una perspectiva de género que se centre en la lucha por la igualdad de la mujer, porque no nos interesan las categorías prefabricadas de donde parten, ni nos creemos la ficción de igualdad; no nos interesa una perspectiva de género con políticas exclusivamente identitarias, porque no puede pensarse el género separado de la lucha de clases; no nos interesa una perspectiva de género que luche porque la travesti orine de sentada, porque no nos interesa reforzar la dicotomía hombre-mujer, ni muchos menos tricotomías, porque no se trata de opuestos, excluyentes, de tolerancia centrista; no nos interesa una perspectiva que pugne por la visibilidad, hasta no erradicar la violencia de las miradas.
[No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo.]
Nos repulsa el capitalismo y sus cerebros/cuerpos alienados; nos repulsa el patriarcado, con sus cuerpos disciplinados y mutilados, con sus machos parcos y sus mujeres sumisas, sus tortas sin bandejas, con sus putos peluqueros y sus travas prostitutas. Nos repulsa la heterosexualidad obligatoria, como naturalmente única; nos repulsa la iglesia y sus rosarios sobre nuestros ovarios; nos repulsa el rosa o celeste, el auto o la muñeca, la fuerza o el llanto, el macho o la puta. Nos repulsan los próceres con sus pijas como estandarte, y su poder para masacrar indios; nos repulsa la homo-lesbo-transfobia, la misoginia, el fascismo, el machismo y las instituciones que las proclaman. Nos repulsan los estereotipos, los guettos y lo gayfriendly. Nos repulsa la celebración de la menstruación como apertura al mundo reproductivista. Nos repulsa el falo y su concentración de poder, así como nos repulsa pensar en que la mujer se construye sobre la envidia del pene.... Y así como nos repulsan, nos expulsan.
[Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj;]
No llores maricón; nos rompieron el orto; hombre es el que probo y volvió; la mujer de su casa, a su casa; mi mujer no trabaja, es ama de casa; nombre: edad: sexo:; arroz con leche me quiero casar con una señorita de San Nicolás; ¿tenés novio? ¿tenés novia?; el que es macho se la banca; sentate como una señorita; coge como una señorita, coge como un semental; esta todo bien con los putos; dame tiempo para aceptar; puto, maricón, conchuda, trolo, torta, machona, tortillera, gay, marimacho, histérica, loca, mamita, frígida, puta, trava, travesaño, comilón...las palabras nombran el mundo, le dan existencia, lo organizan, lo jerarquizan, lo violentan y lo revientan.
[Te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.][1]
Nuestra perspectiva es profundizar la cuestión de género como objeto de análisis, pero en un doble juego, destruir al género en tanto supracategoría, que alberga categorías estáticas, nichos que disponen roles, jerarquías y relaciones desiguales de poder.
La repulsión es un acto reflejo del cuerpo, un mecanismo de defensa ante la violencia que produce la ignorancia y el miedo a la diferencia. La desobediencia nos acerca a la libertad y la acción a la realidad. Luchamos por quitarle la fuerza a Sansón; castrando [literalmente] al patriarcado. Luchamos para derrocar a Norma y a su padre Hetero. Luchamos por el libre ejercicio [ y político] de la sexualidad; por sexualizar la política.
Buscamos ser de-generadxs. Ser obscenxs, evidenciando aquello que no se quiere ver. Subvertir los cimientos de una estructura que se cae a pedazos. Buscamos una militancia académica, pero también [y sobre todo] de barricada.
LA LUCHA EN LAS CALLES, EN LAS AULAS, EN LAS CASAS Y EN LAS CAMAS