La idea de subjetivación colectiva singular no se refiere forzosamente a un alma inmanente o trascendente, que sería el alma de un grupo social: todas esas concepciones que refieren los fenómenos subjetivos a identidades culturales tienen siempre un fondillo de etnocentrismo. Una subjetividad puede estar implicada en procesos de singularización —como la subjetividad de los grupos homosexuales o de los negros, que reinventan un sistema religioso particular como el candomblé—, sin que se tenga, por eso, que proyectar la referencia de una identidad cultural sobre esa producción de subjetividad. Tal referencia es mítica, aunque «mítica» no es precisamente la palabra que me gustaría emplear, pues se trata de un mito extremadamente funcional: implica un tipo de producción subjetiva que se ajusta muy bien a los asuntos de las sociedades capitalísticas La cuestión micropolítica —esto es, la cuestión de una analítica de las formaciones del deseo en el campo soci...
LA VIDA COMO OBRA DE ARTE.